No, señor presidente
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La nación, según Benedict Anderson, se define como una comunidad política imaginada, es decir, como una construcción social, en la que las personas, sin necesidad de conocerse personalmente, se identifican como miembros de un mismo grupo, con base a comunes referencias históricas, étnicas, culturales, lingüísticas, etc., que alimentan su relación con el sujeto colectivo. Como se entenderá, al ser una construcción social, se trata de un proyecto inacabado y que, por lo mismo, puede tener avances o retrocesos en aquello de robustecer o no a esa conciencia de pertenencia, más aún en un entorno de tensión entre lo local y global que promueve el fenómeno de la globalización y su proceso homogeneizador. Por lo mismo, en este escenario, también juega un papel fundamental lo simbólico en aquello de afianzar la identidad de una nación. No obstante, al interior del gobierno del presidente Lenín Moreno, al parecer muy poco se sabe de esto. Por el contrario, sus decisiones apresuradas hablan, má