El periodismo siempre resultará incómodo para la autoridad, en realidad, es algo así como una filosa piedra en su zapato que le molesta al no permitirle caminar con esa naturalidad tan necesaria para evadir –en medio de la cotidianidad de las sociedades masificadas y esquizofrénicas– el ojo escrutador del pueblo. Al cojear y hacerse evidente, el poder se desnuda por completo, al retirar su escudo o pasamontañas y presentarse ante el mandante tal cual es, sin posturas falsas ni maquillajes a los que acostumbran los marqueteros, quienes aplican a rajatabla la tesis de Maquiavelo en aquello de que para gobernar solo es necesario reconocer la imagen que el pueblo espera de su príncipe y, por lo tanto, hay que construírsela.
Esto es lo que sucede, por ejemplo, ahora mismo, en la Argentina. Allá, en la pampa, el comunicador Jorge Lanata, semanalmente, a través de un serio trabajo de investigación periodística, denuncia abiertamente en sus tribunas de opinión actos de corrupción del kirchnerismo bajo la figura de lo que denomina “la ruta del dinero K”.
En esa línea de acción destaca el programa de TV: ‘Periodismo para todos (PPT)’, espacio dominical en el que con parodia política y palabras gruesas se ridiculiza al poder y a la vez se difunden temas sensibles que involucran a funcionarios y relacionados con el régimen de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), esfera oficialista desde la que se guarda un “inusual” silencio.
Empero, la estrategia de bloqueo al trabajo de ‘PPT’ no se ha manifestado groseramente, como sucede en otros escenarios aldeanos, mediante cadenas nacionales. No. En el país gaucho, del tuerto y de la vieja, se han adoptado formas más sutiles para frenar la arremetida de Lanata, este bravo toro de lidia. Se hizo coincidir, casualmente, el horario de transmisión en vivo de ‘PPT’ con partidos del fútbol argentino, conociendo, precisamente, la enorme pasión que por este deporte sienten los habitantes del cono sur.
No obstante, la medida ha resultado ser un fracaso, pues, los niveles de audiencia de ‘PPT’ han superado ampliamente al rating registrado con los partidos de fútbol. Y esto es muy importante destacar, pues hablamos de un país que conjuga el verbo futbolizar en todos los modos y tiempos posibles.
Y algo sustantivo, el fútbol no ha podido ser utilizado eficientemente como elemento de distracción en la población respecto a los graves problemas de corrupción que corroen las bases institucionales de esa hermana República. Algo que sí sucedió, lamentablemente, en los tiempos de la dictadura de Rafael Videla (1976 - 1981), cuando el Mundial de Fútbol de 1978 fue utilizado como un hábil instrumento para desviar la atención de las atrocidades que se cometían en la Argentina y que derivó en un saldo trágico de más de 30.000 desaparecidos. En esos oscuros tiempos, mientras en los estadios se coreaban los goles de la albiceleste, afuera se torturaba a los disidentes y en la Plaza de Mayo, las madres de las víctimas reclamaban valientemente, como heroínas, frente al horror de la demencia militar.
En todo caso, Jorge Lanata ha dicho con claridad que ‘PPT’ no está compitiendo contra el fútbol sino contra el pensamiento único del kirchnerismo. Así lo entendemos.
El periodismo siempre resultará incómodo para la autoridad, en realidad, es algo así como una filosa piedra en su zapato que le molesta al no permitirle caminar con esa naturalidad tan necesaria para evadir –en medio de la cotidianidad de las sociedades masificadas y esquizofrénicas– el ojo escrutador del pueblo. Al cojear y hacerse evidente, el poder se desnuda por completo, al retirar su escudo o pasamontañas y presentarse ante el mandante tal cual es, sin posturas falsas ni maquillajes a los que acostumbran los marqueteros, quienes aplican a rajatabla la tesis de Maquiavelo en aquello de que para gobernar solo es necesario reconocer la imagen que el pueblo espera de su príncipe y, por lo tanto, hay que construírsela.
Esto es lo que sucede, por ejemplo, ahora mismo, en la Argentina. Allá, en la pampa, el comunicador Jorge Lanata, semanalmente, a través de un serio trabajo de investigación periodística, denuncia abiertamente en sus tribunas de opinión actos de corrupción del kirchnerismo bajo la figura de lo que denomina “la ruta del dinero K”.
En esa línea de acción destaca el programa de TV: ‘Periodismo para todos (PPT)’, espacio dominical en el que con parodia política y palabras gruesas se ridiculiza al poder y a la vez se difunden temas sensibles que involucran a funcionarios y relacionados con el régimen de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), esfera oficialista desde la que se guarda un “inusual” silencio.
Empero, la estrategia de bloqueo al trabajo de ‘PPT’ no se ha manifestado groseramente, como sucede en otros escenarios aldeanos, mediante cadenas nacionales. No. En el país gaucho, del tuerto y de la vieja, se han adoptado formas más sutiles para frenar la arremetida de Lanata, este bravo toro de lidia. Se hizo coincidir, casualmente, el horario de transmisión en vivo de ‘PPT’ con partidos del fútbol argentino, conociendo, precisamente, la enorme pasión que por este deporte sienten los habitantes del cono sur.
No obstante, la medida ha resultado ser un fracaso, pues, los niveles de audiencia de ‘PPT’ han superado ampliamente al rating registrado con los partidos de fútbol. Y esto es muy importante destacar, pues hablamos de un país que conjuga el verbo futbolizar en todos los modos y tiempos posibles.
Y algo sustantivo, el fútbol no ha podido ser utilizado eficientemente como elemento de distracción en la población respecto a los graves problemas de corrupción que corroen las bases institucionales de esa hermana República. Algo que sí sucedió, lamentablemente, en los tiempos de la dictadura de Rafael Videla (1976 - 1981), cuando el Mundial de Fútbol de 1978 fue utilizado como un hábil instrumento para desviar la atención de las atrocidades que se cometían en la Argentina y que derivó en un saldo trágico de más de 30.000 desaparecidos. En esos oscuros tiempos, mientras en los estadios se coreaban los goles de la albiceleste, afuera se torturaba a los disidentes y en la Plaza de Mayo, las madres de las víctimas reclamaban valientemente, como heroínas, frente al horror de la demencia militar.
En todo caso, Jorge Lanata ha dicho con claridad que ‘PPT’ no está compitiendo contra el fútbol sino contra el pensamiento único del kirchnerismo. Así lo entendemos.
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