AHORA, LA RESACA POLÍTICA

Atrás quedaron aquellas jornadas electorales en las que los candidatos de Alianza País, sobre todo por efectos de la imagen y arrastre político ejercido por Rafael Correa, triunfaron ampliamente, captando buena parte de las dignidades de elección popular. Fueron momentos de festejo para los miembros de Alianza País y sus simpatizantes, en la que una y otra vez, el oficialismo se impuso inobjetablemente en las urnas.

Por ejemplo, valga recordar lo sucedido en la provincia de Loja, en el proceso de elección de Asambleístas que asistirían a Montecristi para redactar la nueva Constitución. La fiebre del correísmo hizo en esa ocasión, más que por los propios méritos de unos timoratos y silentes candidatos, que tres representantes provenientes de Alianza País alcancen una curul en la ciudad de Alfaro, al igual que lo hiciera un militante de las filas de Sociedad Patriótica.

En esa ocasión, para un amplio sector de cándidos ciudadanos, la victoria oficialista aseguraba el éxito del proyecto constitucionalista y, desde luego, la defensa de los intereses nacionales y de nuestra llacta. La mayoría gobiernista, desde esa perspectiva, permitiría construir las bases de una Estado moderno que asegure la justicia social e igualdad.

En cambio, para otras personas más objetivas y serenas, la elección de representantes avalados solamente por el arrastre del líder nacional, no aseveraba el éxito de ninguna propuesta, más aún, cuando en la campaña electoral, que se convierte en el espacio para el diálogo y confrontación de ideas, algunos de los candidatos que posteriormente fueron comensales en Montecristi, optaron por la estrategia de la no participación en los debates públicos. Ese solo hecho, a más de que producía escozor e indignación, se convertía en un claro indicador de que las cosas no caminaban bien.

Loja al igual que el resto de provincias requiere de representantes que abran la boca y que defiendan con vehemencia y decisión, insisto, los intereses del país, así como de las comunidades a las que representan. El tener invitados de piedra o mudas figuras decorativas al interior de una Asamblea Constitucional o Nacional, coloca a sus pueblos en un estado de indefensión.

Ahora, cuando la Constitución fue aprobada y está en plena vigencia, los lojanos comenzamos a ver que no todo lo que brilla es oro y que cuando debió objetarse temas que afectaban a una provincia fronteriza marginada como la nuestra, no hubo una voz del sur al interior de Montecristi, y menos aún del mayoritario bloque oficialista que diga, ¡basta!. ¡Con Loja no se juega…!.

Hoy lamentamos lo sucedido con el FONDVIAL y el hecho de que el Art. 298 de la Constitución prohíba las preasignaciones presupuestarias, con la excepción que aquellas que señala la misma norma. No obstante, si hubo representantes de la región sierra central y del oriente que a través de la vigesimoctava Disposición Transitoria, aseguraban los recursos provenientes de la Ley 010 del Fondo para el Ecodesarrollo Regional Amazónico y de Fortalecimiento de sus Organismos Seccionales, así como de la ley que asigna el 5% de las rentas generadas por la venta de energía que realicen las centrales hidroeléctricas de Paute, Pisayambo y Agoyán.

Pero el cómodo silencio no sólo fue de los representantes en Montecristi, sino también de nuestras autoridades locales. Verbigracia, ¿qué dijo sobre este tema el Alcalde Jorge Bailón, así como los restantes burgomaestres de los diferentes cantones?...

En fin, hoy los lojanos vivimos una resaca política luego de haber pasado la borrachera del poder…