LA MEMORIA


A los ecuatorianos y particularmente a los lojanos nos aqueja un gran mal. Somos desmemoriados y por ello solemos incurrir, con bastante frecuencia, en los mismos errores del pasado. De ahí que la historia, como lo haría un disco rayado, se vuelve a repetir una y otra vez, sin que las dolorosas lecciones del ayer nos sirvan para corregir rumbos. A lo mejor se dirá que esa condición es natural y no hace otra cosa que ratificar la máxima que sostiene que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra… Es posible que así sea. Pero en los ecuatorianos y aún más en los lojanos, esa dolencia adquiere un carácter crónico, por lo que este evento bien podría ser materia de un estudio científico.

Lo cierto es que esa debilidad que limita la capacidad para recordar las cosas, es aprovechada por gente que gusta obtener ventajas a cualquier coste, inclusive aprovechándose de la ingenuidad de sus víctimas o, simplemente, amparado en el alzheimer social que abraza a los pueblos.

Valga decir que en el campo político, esta aviesa práctica adquiere connotaciones especiales cuando el político logra obnubilar al electorado con un discurso vacuo, pero eso sí generoso en ofrecimientos y promesas, muchas de ellas incumplidas anteriormente por la mediocridad manifiesta en el ejercicio del poder.

En el caso de Loja, lamentablemente varias de estas deficiencias están presentes. Hoy, por ejemplo, la administración municipal, ya no puede recurrir a la muletilla de tratar de endosar “el muerto” a la anterior administración y con ello pretender santificarse, pues, sin caer en un juego de palabras, ahora resulta ser que la anterior administración es ella misma, por efectos de la reelección.

Evidentemente, son ya varios años de gestión del socialismo epidérmico, pero los problemas fundamentales de Loja se mantienen intactos. En forma irresponsable sigue durmiendo el sueño de los justos o acusan un enorme retraso temas sensibles como el Plan Maestro de Agua Potable, el Plan Maestro de Alcantarillado, programas de movilidad y transportación urbana, vías de articulación en el Cantón, puerto comercial, proyectos turísticos, etc.

Por eso, y recordando a León Gieco, el extraordinario cantautor popular argentino, hay que recobrar esa capacidad retentiva ya que “todo está clavado en la memoria / espina de la vida y de la historia…”.

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