¿NARCO-DEMOCRACIA EN CIERNES?

La reciente declaración de Francisco Huerta Montalvo, Coordinador de la Comisión de Transparencia y Verdad, encargada de investigar los acontecimientos de Angostura, develó el grave peligro que afronta el país debido a la penetración de los tentáculos del narcotráfico en todo el ámbito de la sociedad, lo que conllevaría, de no adoptar medidas inmediatas y efectivas, al aparecimiento de la narco-democracia, es decir, el funcionamiento de un sistema político, a lo mejor revestido hasta con rostro democrático, pero controlado en su estructura y esencia por mercaderes de la droga y su dinero sucio.

Sin duda, el valiente pronunciamiento de ‘Pancho’ Huerta, no solamente que en esta ocasión pone el dedo en la llaga sino que, en lo fundamental, permite a los ecuatorianos tratar este espinoso tema de una forma mucho más frontal y abierta, no obstante de los peligros que encierra desafiar a esta bestia representada en el tráfico de drogas.

De ahí que haya generado enorme expectativa en la opinión pública nacional el informe que presentarán en los próximos días los miembros de la Comisión de Transparencia y Verdad, no solamente respecto a los acontecimientos del 1 de marzo de 2008, sino también con relación a investigaciones relativas al narcotráfico en el Ecuador; estado que hace mucho tiempo dejó de ser una isla de paz para convertirse en un lugar, donde si bien aún no se producen alucinógenos, pero si se lo utiliza para el tránsito de la mercancía y su posterior distribución en el mercado mundial, según se desprende de los resultados de algunos operativos que han permitido su neutralización.

No obstante, se podrá argumentar que la Policía Nacional ha efectuado importantes capturas de droga y de narcotraficantes, bloqueando consecuentemente el envío de enormes cantidades de narcóticos, lo cual ha sido reconocido no solamente por los propios ecuatorianos sino también por la comunidad internacional que aplaude todos los esfuerzos encaminados a erradicar de raíz este cáncer que amenaza con regarse cual metástasis hacia todo el tejido social.

Sin embargo, estas noticias alentadoras son opacadas en más de una ocasión por la acción de administradores de justicia que conceden sin mayores problemas la libertad a criminales a pesar de que existen pruebas en su contra. Asimismo, a veces, las relaciones non santas que mantienen malos uniformados o funcionarios públicos con personas de dudosos antecedentes, hacen pensar que, por ejemplo, el narcotráfico es un monstruo que devora y contamina tanto a la esfera pública como privada, debilitando las bases de su institucionalidad.

De ahí que el informe que presente Francisco Huerta Montalvo y los restantes comisionados debe ser lo suficientemente claro y objetivo, a fin de que, por un lado, permita dimensionar a este mal y, por otro, aporte luces frente a este problema que se ha convertido, valga anotar, junto con el terrorismo, en el principal enemigo de los estados modernos del siglo XXI.

No hay que olvidar que con el tráfico de drogas viene acompañado, el lavado de activos, el crimen organizado, la venta de armas livianas, el sicariato y otros flagelos que nos hacen pensar que vivimos tiempos ciertamente apocalípticos…