CONMOCIÓN EN EL DEPORTE


El pasado 10 de noviembre el mundo del deporte, particularmente, el futbolístico recibió una trágica noticia. Robert Enke, el guardameta de la selección nacional de Alemania y del Club Hannover, se había suicidado lanzándose a la vía del tren y con ello apagando una joven vida a la edad de 32 años y justamente en momentos en que atravesaba una de sus mejores temporadas deportivas, tanto así que se consideraba el sucesor de los extraordinarios porteros Oliver Khan y Jeans Lehmann para el mundial de Sudáfrica 2010.

Sin duda, este infausto acontecimiento que conmocionó a Europa principalmente, abre muchas interrogantes y preocupaciones, algunas de ellas sin respuestas y otras simplemente difíciles de entender o explicar.

En efecto, ¿cómo concebir que un deportista que se halla en plenitud de condiciones físicas y técnicas pueda tomar una medida tan radical y a la vez terrible?. ¿Cómo admitir que un hombre que se halla rodeado del cariño de su familia y del reconocimiento de su club y de miles de seguidores decida auto-eliminarse?...

Al parecer, la tragedia de Enke involucra aspectos que van más allá de las consideraciones estrictamente personales y talvez está atravesado por un clima de competencia atroz en el deporte que exige de la presencia de hombres y mujeres de gran fortaleza, casi de acero, que no pueden permitirse flaquear o cometer el “pecado” de quebrarse emocionalmente.

A propósito, la viuda de Enke, reveló que Robert en el 2003 estuvo bajo tratamiento por depresión, cuadro en el que recaía por “miedo al fracaso”, escenario al que se sumó en el año 2006 la muerte de su pequeña hija, tornando aún más difícil la vida de este hombre sencillo y dueño de un carácter muy sensible.

Todo este drama depresivo, Robert Enke, lamentablemente no podía permitirse divulgarlo públicamente para conseguir ayuda o comprensión, por el contrario, debió afrontarlo sólo o en el mejor de los casos en la intimidad de su hogar; pues corría el peligro de poner fin a su carrera deportiva, al presentarse como un futbolista débil e inestable en lo mental y que no se ajustaba a uno de los moldes impuestos por la sociedad de hoy, referido a que al hombre no le está permitido expresar sus emociones.

De ahí que Theo Zwanziger, Presidente de la Federación Alemana de Fútbol, en la ceremonia fúnebre realizada en el estadio de Hannover, dijera: "El fútbol no lo es todo (...) Por encima del rendimiento está el ser humano".

Estas dolorosas lecciones debemos asimilarlas y sobre todo tenerlas presentes a fin de que estos trágicos eventos no vuelvan a repetirse en ningún lugar del planeta. Hay que entender que los deportistas de elite o de alta competencia, o en definitiva cualquier persona, no son máquinas sobre las que se puede ejercer presión y más presión, sino por el contrario, son humanos, de carne y hueso, con sentimientos, fortalezas y debilidades que requieren a veces de una voz amiga que los escuche o de un hombro sobre el cual llorar. Asimismo, y en nuestro medio, debemos superar la equivocada creencia de que al psiquiatra únicamente van los locos. Sufrir depresión o cualquier otro trastorno psíquico debe ser asumido como lo que es, una enfermedad que requiere de ayuda profesional y punto.

Desde esta tribuna, decimos que en paz descanse, Robert Enke…

Comentarios

Entradas populares de este blog

CARNE DE PERRO

No, señor presidente

EL SOLITARIO GEORGE